Es
una infección vírica que se caracteriza por la aparición de pequeñas vesículas
agrupadas en racimo y rodeadas de un halo rojo (ampollas), que se revientan
produciendo llagas, se contagia fácilmente afectando genitales, boca y ano,
produciendo en ocasiones mucho dolor, fiebre, escalofríos. Se diagnóstica en
sangre (suero) anticuerpos.